@desdelatribunaf
En el diccionario de la RAE, la palabra duelo tiene varias acepciones, de las cuales se rescatan estas tres:
1.
“Enfrentamiento entre dos personas o entre dos
grupos”.
2.
“Dolor, lástima, aflicción o sentimiento”.
3.
“Demostraciones que se hacen para manifestar el
sentimiento que se tiene por la muerte de alguien”.
Venezuela se ha
movido en el duelo en estos últimos días.
Buena parte de la población manifiesta sincero pesar por el deceso del
Presidente Hugo Chávez Frías, otros posiblemente vivan el duelo desde la
incertidumbre de lo que signifique este suceso en el futuro de la pequeña
Venecia, hay quienes no comparten el duelo pero lo respetan, algunos eligen ignorar o hasta “alegrarse” por lo
acontencido. Lamentablemente se sigue
incurriendo en el error de caer en la primera acepción citada, entre grupos
polarizados en la población, desacierto que viene arrastrándose desde hace buen
tiempo atrás y del cual imperativamente se necesita salir si se quiere construir
patria como equipo, desde la unión de voluntades.
Lo anterior fue meramente una
reflexión personal producto del momento que se experimenta en nuestra sociedad
pero también gracias a la amplitud que ofrece el término citado. Ahora, mirando el tema deportivo (objetivo
principal de este blog), y relacionándolo con el primer significado, anoche
hubo otro duelo que enfrentó a nuestro país con la tropa de República
Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol y el cual posiblemente, dejó el sabor que expresa la segunda acepción: “Dolor,
lástima, aflicción o sentimiento”.
El encuentro en cuestión se ha
prestado para múltiples interpretaciones, todas documentadas por quienes son
expertos en la materia y otros que no lo son tanto pero igual opinan: falló el pitcheo, la ofensiva no produjo, hubo
lamentos nuevamente por la ausencia de Félix Hernández. También recrudecieron las
críticas hacia Luis Sojo y su equipo técnico, alegando que no movieron bien las
piezas, un llamado de atención a los jugadores por las máculas a la defensiva, y así sucesivamente. La gran verdad de perogrullo es que Venezuela
perdió en su debut y ahora requiere victorias ante Puerto Rico y España para
asegurar la permanencia en el evento que lo conduzca a la próxima fase en Miami.
Sin embargo, no todo está perdido. Era por
todos conocido que el primer encuentro en el papel se vislumbraba como el más
complicado. Si a todos los elementos que no funcionaron en el equipo criollo
se suman los que si resultaron en el poderoso plantel dominicano, salta a la vista la
otra cara de la moneda: el pitcheo funcionó, la ofensiva respondió y movieron
sus piezas de manera inteligente y hasta afortunada.
De cualquier forma, el equipo
venezolano sigue presentando una toletería temible, y si se establece la analogía con lo que
pasó en nuestra Liga y el campeonato obtenido por el Magallanes, logrado con
base en una explosión ofensiva de los grandes cuando realmente contaba, podemos
apostar a algo similar en el Clásico (la plantilla tiene varias de las piezas
que se titularon con el campeón venezolano).
Evidentemente, en esta ocasión,
no es posible esperar hasta un séptimo
juego para la definición, así que la reacción debe ser inmediata, si se desea
que este duelo temporal por el revés de la selección se convierta en júbilo por
su clasificación, que nada mal le vendría a un pueblo que pide a gritos
historias optimistas.
El duelo tiene definitivamente muchas formas de interpretarse, y muchas formas de vivirse.
ResponderEliminar¡Buen post!
Muy bueno! Lamentablemente el duelo acaba de aumentar con la eliminación de nuestro equipo hace minutos... Nos tocará esperar hasta el 2017 :(
ResponderEliminarParece que los venezolanos estamos viviendo el duelo a punta de cacerolazos. Muchas veces me pregunto si no podemos hacer algo más radical, siempre respetando las leyes y la democracia, por supuesto.
ResponderEliminarEn cuanto al beisbol, a veces pienso que estamos listos para darlo todo, a veces pienso que nos falta mucho.
¡Ya llegará nuestro momento!