@desdelatribunaf
Para comenzar este escrito, me
permito citar a Henry Ford, quien dijo: “El
fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”.
Tras las sabias palabras de Ford, es
posible hacer una lectura pensando en la posibilidad que existe luego de haber
fallado para aprender y corregir de la experiencia pasada. Menciono el fracaso, porque es la palabra que
se ha escuchado para calificar el resultado de la selección de Venezuela en las
Eliminatorias de Brasil 2014. Las
opiniones son heterogéneas, no obstante, buena parte de ellas convergen en un
veredicto común: La selección y su cuerpo técnico “fracasaron” en las
eliminatorias.
Si tomamos como base el objetivo
principal trazado, la clasificación al mundial, es difícil esquivar del todo la
palabra fracaso. Si en cambio, se analiza el desempeño de la selección con
valoraciones cualitativas y no cuantitativas, la palabra fracaso sería inconveniente,
pues no estamos en presencia de una caída estrepitosa de la selección con
respecto a otras eliminatorias. Y en este punto me permito citar al reconocido
periodista deportivo Daniel Chapela, quien en su cuenta twitter manifestó con
respecto al balance de la selección que: “Hay
evolución respecto al último ciclo. Cuando se logre la primera clasificación al
Mundial, el listón quedará claro para los que lleguen”. Y aún en esto lo cuantitativo tiene su lugar,
por cuanto el mismo Daniel acotaba que pese a lograr dos puntos menos que en la
eliminatoria anterior, se lograron escalar dos posiciones más en la tabla.
Quizás lo que más duela entre
quienes opinan sobre las malogradas opciones de este ciclo, es el aliento que
vino -principalmente desde el mismo cuerpo técnico- sobre las
posibilidades reales de clasificación. Las hubo, de hecho. Especialmente cuando
Venezuela aparecía entre los cuatro primeros de la tabla. Y ¡cómo no soñar con ese logro! Se estaba eludiendo
–felizmente- la posibilidad de enfrentar
a Brasil, y se habían sumado logros inéditos como vencer a la selección de Argentina. De cualquier
forma, el desempeño de esa primera parte, no se pudo sostener. Las razones,
diversas. Lesiones, falta de continuidad
de algunos jugadores clave (dentro de la idea concebida por Farías) con sus
clubes en el extranjero, pruebas con nuevos convocados (principalmente del fútbol
local) con contraprestaciones insuficientes y decisiones cuestionables en el
cuerpo técnico.
Pero quizás una de las razones más
importantes, y no tan mencionada a veces, es la sangre fría, especialmente cuando se estuvo abajo en el marcador. Este factor que tienen
los grandes, la confianza de concretar cuando cuenta, y que quizás para los que
tienen poco roce en este tipo de compromisos no se ha desarrollado aún. Allí caemos
en otro elemento, la dudosa competitividad de nuestro fútbol nacional, con
un torneo que se sostiene a duras penas
y con una federación que se enceguece ante lo que se vive dentro de lo que
debería ser la cantera: el FutVe.
Ahora, cuando las posibilidades mermadas
de clasificar se han agotado totalmente, el debate sobre la continuidad de César Farías
sigue en el tapete. Particularmente rescato elementos
notables de su gestión (ya citados por quienes cubren la fuente de fútbol):
Los logros de la Copa América, traer a jugadores
tales como Amorebieta y Hernández quienes aportaron profundidad al equipo y lo
hicieron más competitivo. La participación en el mundial sub20, debe contar
como otro logro meritorio del Director Técnico. E incluso en la eliminatoria, momentos
sublimes como la citada victoria ante la Argentina de Messi y la victoria de
Paraguay como visitantes, que llenaron de emoción a todo un país y alimentaron
el sueño.
De cualquier forma y como bien
citara John Maxwell: “A veces el fracaso señala que es tiempo de
cambiar la dirección” y aunque particularmente no estoy de acuerdo con usar
la palabra fracaso en el caso de la Vinotinto, si lo estoy con la
esencia de lo que dice Maxwell, cambiar el rumbo. Mi interpretación de esto: dar la oportunidad a otro seleccionador que lidere un nuevo ciclo y tome
el hilo que permita seguir tejiendo
la historia de la Vinotinto en el camino a su primer mundial de mayores.
Selección Nacional. Foto tomada del perfil de twitter del jugador Oswaldo Vizcarrondo. |
Bandera desplegada en el último encuentro de la eliminatoria, en el estadio de Pueblo Nuevo Foto tomada del twitter de Irene Oropeza @ireneoropeza |