Hoy, Rafael Nadal hiló el décimo
título de Roland Garros. Se escribe fácil, pero sin duda ha sido un largo
trecho el que ha llevado al “matador” y a su equipo hasta aquí. La actitud del jugador, la agresividad de su
juego, la velocidad y la precisión, engañarían a cualquiera que no siga la
carrera de Rafa y supiera que en los últimos años las lesiones amenazaron con
apartarlo del deporte.
Pero esto solo fue un rumor,
alimentado quizás por aquellos que solo responden a los resultados
ganadores. En silencio, junto a sus colaboradores, fue hilvanando su recuperación y aprovechó el receso del tour para
trabajar en proyectos personales, sin desenforcarse del objetivo principal:
regresar a las canchas al mejor nivel posible.
Este domingo, en un juego por demás desigual,
Nadal venció en la final del prestigioso torneo francés al suizo Stan Wawrinka en tres sets. En la emotiva ceremonia de
premiación, entre otros, participó con cierto protagonismo, alguien que ha sido y es una gran influencia en la
vida dentro y fuera de las canchas del nacido en Manacor: su tío Toni Nadal.
Repasando la historia de la
relación entre ambos, Toni le dijo a su sobrino, cuando apenas contaba con 4
años de edad: “Primero, pégale fuerte a
la bola; ya nos preocuparemos después de controlarla” 1 . El tío Toni adoptó el consejo de un vídeo del gran golfista Jack Nicklaus. Interesante influencia en el preparador de quien es
hoy, indiscutiblemente, el mejor jugador de tenis en el polvo de ladrillo de
todos los tiempos. Forjó a su pupilo sobre la base de “aguantar”
para prepararlo a las épicas batallas que libraría en la cancha. Su dureza se justificaba en la intención de
establecer la disciplina y aprovechar la fuerza de voluntad, la capacidad de
golpear y de atacar la pelota que eran evidentes en Rafael, tal como es señalado
en la autobiografía del jugador.
Lo demás es historia, el dúo ha
permanecido junto hasta ahora, con una relación fortalecida que pasa por el lazo familiar, la amistad y el mentoring. Rafael Nadal suma al lado Toni Nadal
la cantidad de 15 torneos grandes, esto sin contar el palmarés en torneos Master
1000 y otros de menor renombre pero que igual suman al ranking de la ATP. La unión de talentos, uno para entrenar y otro
para jugar y sumar victorias, permitió que juntos hayan construido una leyenda,
esa que tenemos la fortuna de atestiguar. Definitivamente el resultado no es
cuestión de suerte. Como decía Jacinto
Benavente: “Muchos creen que tener
talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener
talento.”
(1) Rafa: Mi historia. Rafael Nadal con Josh Carlin. Octubre 2011.